21.
Habían pasado varias semanas en las que nos manejábamos como una pareja relativamente estable o mejor dicho, simplemente pareja. Ocasionalmente me invitaba a sus eventos y me quedaba en su casa. De igual manera, en ocasiones yo lo invitaba a mi Depa y salíamos a tomar algo pero siempre yo tenía claro que no quería que se involucrara con mi círculo social porque finalmente, el ya me había roto el corazón y ese rompimiento desencadeno una seria de sucesos no muy gratos para mi pero eso no quería decir que no me gustara su compañía.
Insistía mucho en convivir, las interacciones e interés por terceras personas se fue desvaneciendo con el paso de los días y no sé si eso se debía a factores como estar solo en una nueva ciudad, el poco interés que mostraban los tapatíos hacia él o el acoplamiento que estábamos teniendo.
Pero todo se derrumbó cuando recibí la invitación para la boda de Mar y es cuando se comenzó a portar de lo más celoso y extraño.
-¿Ósea que no irás con nadie a la boda?- Preguntó Lula -Porque yo tuve que conseguir porque como ya contaba contigo y ya bastante parafernalia hay con que este se case- Refiriéndose a Mar.
-Ya dejen de atacarme, es solo una boda- Replicó Mar ante los nervios del gran evento.
-Tu deja de minimizar la boda y no se trata de solo de eso, es el compromiso que estás haciendo para toda la vida... Y antes de que digas: Para eso existe el divorcio. Que necesidad de pasar por eso, solo digo- Y cuando terminé de decir esto, reaccioné que no importaba lo que le dijéramos, Mar terminaría casándose, Lula llevaría a su cita de Brenda y yo terminaría asistiendo solo... ¿O no?
M...elquiades.